viernes, 10 de abril de 2009

Alegría


En la sombra son las ocho de la noche.


El aire nos muerde los dedos
con una dulzura
de madre besando.



La luna se hace grande
como una taza de leche
en manos de niños con hambre.


Ahora, francamente, no se puede sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario